Mujeres. Emigrantes. Era en la sexta planta de una residencia de Londres donde mujeres españolas se reunían después de sus quehaceres para compartir sueños e ilusiones, para reír y conversar, para contarse las entrevistas de trabajo que habían hecho, de dónde las habían llamado o en qué ofertas habían sido descartadas. En definitiva, para celebrar o llorar, para compartir qué querían ser o hasta dónde querían llegar. En España nunca contaron con una oportunidad ni de trabajo, ni de crecimiento, ni de promoción. Desde esa sexta planta en Londres soñana con el éxito. Habían llegado hasta allí para buscar las oportunidades que su país no les dio. Eran periodistas, diseñadoras, politólogas… Y en esa búsqueda sólo cabían sueños. Sueños en un país que no era el suyo.
Para Ángela Paloma, la sexta planta supone ser un gran símbolo en su vida. Siempre fue su número favorito, pero también vivió su propia historia en la sexta planta de esa residencia de Londres y, después de años de experiencia a lo largo de seis países, 2016 supuso ser el año en el que dio un paso a un lado para seguir dando pasos al frente.
Bárbara Yuste acompañó en el proceso de creación y fundación de este proyecto en los inicios. Y seguirá estando cerca para dar lo mejor de sí misma.
Así surge la idea de impulsar La Sexta Planta, para trabajar por causas que unen: construir mejores sociedades desde el liderazgo femenino, la comunicación estratégica, la comunicación de género, la investigación, la formación y la creación de contenidos.
Después de La Sexta Planta, todo. Ahora sí.